Valiente socióloga encara al ministro traidor en la FIL Guadalajara
¡Qué coraje da ver cómo estos señorones se las dan de intelectuales cuando han vendido al pueblo! En la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, la socióloga Adriana Pineda le cantó sus verdades al ministro en retiro Alberto Pérez Dayán, ese que con su voto traicionero permitió que la reforma judicial siguiera adelante.
El fulano andaba presentando su librito "La Suprema Corte: historia y testimonio", como si fuera un héroe de la justicia. ¡Qué cinismo! Pineda, egresada de la UNAM y con más dignidad que muchos de estos personajes, no se quedó callada y le recordó su traición.
"Usted traicionó totalmente al Poder Judicial"
"Todas las reformas a la Corte han sido políticas, y él hizo un movimiento político que favoreció a la actual administración", declaró la valiente analista. Y cuando el señor ministro quiso justificarse diciendo que no había cambiado su voto, Pineda le respondió con la verdad que duele: "Todas las personas que seguimos las sesiones nos sentimos desilusionadas".
¡Y cómo no sentirse traicionados! Este personaje que inicialmente había sido crítico con la reforma, de repente cambió de bando. ¿Será que le ofrecieron algo a cambio? En este país ya sabemos cómo funcionan estas cosas.
El pueblo sí apoya la verdad
Lo más hermoso de todo es que cuando Pineda pensó "me van a linchar" después de confrontar al ministro, resultó que los trabajadores del Poder Judicial se acercaron a felicitarla. "Qué bueno que lo mencionaste", le dijeron. ¡Así se hace, compañera!
"Hubo mucho apoyo. Algunos no estaban enterados de cómo se dio ese movimiento en la Suprema Corte", relató Pineda. Claro, porque estos señores siempre se mueven en las sombras, lejos del pueblo que sufre las consecuencias.
Los derechos laborales pisoteados
Pero la cosa no para ahí. Pineda también denunció el "atropello de derechos laborales" contra los juzgadores que perdieron su chamba por la reforma. "A la fecha no tienen sus liquidaciones que les corresponden por ley", señaló con indignación.
¿Y dónde estaba Pérez Dayán cuando sus compañeros quedaron en la calle? Pues presentando libritos y haciéndose el intelectual. "Ni siquiera se preocupó por los derechos de las personas que estaba representando", le gritó Pineda en su cara.
Esta es la diferencia entre quienes realmente defienden al pueblo y quienes solo buscan quedar bien con el poder. Adriana Pineda demostró que aún hay gente con dignidad que no se deja comprar ni intimidar.